El 26 de septiembre de 2020, el Dr. Emilio Bouza, portavoz del grupo covid-19 de la Comunidad de Madrid, dimitió de su cargo en Comic Sans.
Cada tipografía se diseña con unos objetivos, y la Comic Sans por muy desequilibrada que sea, tiene los suyos. Se utilizaba en los mensajes que enviaba el asistente Rover en la aplicación Microsoft Bob. El asistente era un perro animado que daba consejos para utilizar mejor el programa y por lo tanto la tipografía tenía que ser agradable y fácil de leer. Si Rover hubiera hablado en, por ejempo, Times New Roman nunca hubiera conseguido su objetivo. Comic Sans se convirtió así en la alternativa a una fuente seria y elegante pero entonces llegó el problema: se empezó a utilizar en masa para cualquier cosa olvidando que no es una tipografía para un documento oficial, como hizo el Dr. Bouza, ni para hablar de un caso científico tan importante como el descubrimiento del Boson de Higgs. Entonces, ¿Comic Sans sí? ¿Comic Sans no? Si nos centramos en su composición y el motivo por el que se creó, Comic Sans es una tipografía que se adapta a las necesidades: amigable, cercana y accesible. Además, debido a su irregularidad, es una de las fuentes con mayor legibilidad para las personas con dislexiaporque permite distinguir bien cada letra. Las letras no siguen el mismo patrón y esto evita que se produzca un efecto espejo (p/q, b/d, …) para las personas con dislexia.Si Rover hubiera hablado en, por ejempo, Times New Roman nunca hubiera conseguido su objetivo.